OREGON STATE UNIVERSITY
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Por Rebecca Olson, Profesora de Inglés en la Universidad Estatal de Oregón
Traducido por Raisa Cañete Blazquez
Si alguna vez has leído una novela en la que el narrador describe un cuadro o una estatua, ya te has encontrado con el modo narrativo écfrasis. La definición de la écfrasis ha cambiado con el tiempo, pero hoy lo usamos para referirnos a “Una representación verbal de una representación visual.”
Básicamente, una écfrasis es una descripción literaria de arte. Como otros tipos de imaginería, la écfrasis pinta una imagen con palabras. Lo que la difiere de algo como el pictorialismo es que la imagen que pinta es en sí una imagen: la écfrasis ofrece un encuentro entre representaciones en dos medios, uno visual y otro verbal.
Uno de los ejemplos más antiguos es la larga descripción de Homero del escudo de Aquiles en la Ilíada. En esa écfrasis, el poeta enfatiza el hecho de que las imágenes que describe son imágenes en un escudo, y hasta apunta al hecho de que el dios Hefesto hizo ese escudo.
Los poetas modernos suelen basar sus écfrasis en obras de arte reales—obras que puedes ver en persona o buscarlas en internet. Un buen ejemplo es el de Victoria Chang “Estudio de Edward Hopper: Habitación de Hotel.” El título nos avisa del hecho de que el poema va sobre una obra del pintor Edward Hopper.
Muchos detalles del poema – como “en sus manos, una carta amarilla plegada” y “su vestido tirado en una silla verde”– parecen coincidir con el cuadro. Sabemos que el poema es ecfrástico cuando llegamos a este pasaje: “Eso es todo lo que el artista / nos dejó” – que deja claro que la poetisa está realizando una representación artística.
Pero el poema no solo nombre las características del cuadro. También interpreta la imagen, tal y como vemos al principio: “Mientras el hombre está lejos / le cuenta a su esposa / sobre la mujer con un corsé rojo.” Etimológicamente, écfrasis significa “decir abiertamente,” y aquí la poetisa nos cuenta lo que el pintor no dijo. En poemas como este, la écfrasis es todo el poema.
En otras ocasiones, como en la Ilíada, la écfrasis es parte de una obra más larga. En esos casos, es importante recordar que la écfrasis no pausa la historia. Quizá detiene el avance del argumento, dando al lector y/o a los personajes la oportunidad de procesar emociones o considerar un punto de vista distinto, pero eso en sí es una parte importante de la historia.
