¿Qué es la narración enmarcada? (Subtítulos en español e inglés. Para ver los subtítulos en español, haz clic en "Settings")

Por Raymond Malewitz, Profesor de Inglés en la Universidad Estatal de Oregón

Traducido por Raisa Cañete Blazquez

Como su nombre indica, una narración enmarcada es una narración que enmarca o rodea a otra historia o grupo de historias. Suele aparecer al comienzo y al final de una historia más amplia y proporciona contexto importante e información clave sobre cómo leerla.

Aquí tienes un ejemplo: Pongamos que te despiertas una mañana y alcanzas tu teléfono para ver qué hay en Facebook. Vas pasando por las publicaciones del tablón de anuncios hasta que ves una de tu tío. “¡Lean esto, borregos!” ha escrito en mayúsculas.

Normalmente no haces mucho caso a las publicaciones raras de tu tío, pero te sobra un poco de tiempo, así que clicas en su historia y descubres lo que parece ser un artículo científico titulado “Los peligros ocultos del jugo de manzana” publicado por un sitio llamado “NoticiasSimplificadas.” Según este artículo, el jugo de manzana no solo provoca cáncer, sino que también puede contener la rabia proveniente de murciélagos de fruta. Si quieres todo el sabor del jugo de manzana sin todos los efectos de la rabia, concluye el artículo, deberías de empezar a tomar jugo de pera. Esta conclusión parece bastante sospechosa, así que haces una búsqueda rápida en Google y averiguas que NoticiasSimplificadas está financiado por algo llamado Libertad Peras de América—un equipo de publicidad para fabricantes de jugo de pera en el que tu tío trabaja, casualmente. Esta revelación te hace considerar lo que acabas de leer, y decides hacer un poco más de investigación antes de dejar el jugo de manzana para siempre.

Por supuesto, esta historia no es real [¡no me hagan responsable, mafia de las peras!], pero nos demuestra la forma en que prestar atención al marco que rodea una historia nos puede ayudar a recapacitar sobre el contenido de la historia. En esta situación ficticia, la historia del jugo de naranja tóxico parece estar diseñada para motivar al público a comprar más jugo de pera, y lo leemos de manera muy distinta teniendo esta información en cuenta.

Al igual que la publicación de Facebook de tu tío, casi siempre, las historias que vemos no tienen un marco o es mínimo, y entonces tenemos que investigar un poco para reestablecer el contexto en el que se produjeron. Pero de vez en cuando leemos historias que construyen un cuadro narrativo dentro de la misma historia. En lugar de ir directamente a la historia que cuentan, estas narraciones hacen una pausa para revelar la persona que cuenta la historia, los que la escuchan, y la ocasión por la que se cuenta. Seguro que has leído alguna novela o visto una película que empieza de esa forma.

Quizá has leído la colección Mil y una noches y en la narración enmarcada averiguaste que la narradora, Scheherazade, se acaba de casar con un rey, Shahryār. También habrías averiguado que después de ser traicionado por su primera esposa, los celos y la ira llevan a Shahryār a matar a sus esposas la mañana después de la noche de bodas. Para evitar este destino, Scheherazade debe contarle una historia nueva cada noche, y esa historia debe ser tan interesante que haga que no tenga otra que perdonarle la vida un día más.

O quizá has visto la película The Princess Bride. Esa película, como puedes recordar, empieza con un abuelo quisquilloso tratando de convencer a su nieto enfermo de que deje de lado la televisión y los video juegos para escuchar una historia que también se llama The Princess Bride. Tal y como le explica a su nieto, le solía leer la misma historia al padre del chico cuando era joven. “No suena tan mal,” le dice su nieto. “Trataré de no dormirme.”

Estas historias son obviamente muy diferentes la una de la otra—¡el nieto no ejecutará a su abuelo si la historia le aburre!—pero ambas están sujetas a una simple serie de preguntas que puedes (y siempre deberías) preguntar al leer narraciones enmarcadas: ¿Por qué se cuenta la historia? ¿Cómo llama la atención de su público implícito? Y ¿cómo se relacionan los temas principales de la historia con los temas de la narración enmarcada?

A veces la respuesta a la primera pregunta es bastante obvia. Scheherazade, por ejemplo, cuenta sus 1001 historias para mantener el interés de su esposo y evitar que la ejecute cada mañana de su matrimonio. Pero otras veces, determinar las motivaciones del narrador y la relación entre la narración enmarcada y la historia principal requiere pensar un poco.

Piensa en el abuelo de Princess Bride. Él quiere mostrar su amor por su nieto y que ese amor sea recíproco. Sabiendo esto, puede que entendamos ciertos aspectos de la historia que le cuenta—por ejemplo, Íñigo Montoya y su amor por su padre asesinado—como un intento de promover un tipo similar de amor intergeneracional. Cuando Íñigo le dice al hombre de seis dedos “Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate para morir,” el narrador le está diciendo a su nieto “Me llamo tu abuelo. Yo le leía a tu padre. Prepárate para quererme.”

Como muestran estos ejemplos, cuando respondemos la primera pregunta—“¿por qué se cuenta la historia?” —nuestra interpretación se empieza a abrir, y podemos hacer más preguntas sobre las historias que contiene el marco, empezando por la segunda pregunta “¿Qué hace la historia para llamar la atención de su público implícito?” En el caso de mil y una noches, por ejemplo, nos podemos preguntar cómo las historias que cuenta Scheherazade van a entretener a su esposo y qué lecciones ella espera que le transmita.

El esposo de Scheherazade es claramente un hombre agitado e inquieto—ciertamente no uno con quien te querrías casar—lo cual hace que sea más atractivo para su audiencia que sus historias estén llenas de héroes inquietos como Simbad el marino. Al empezar su segundo viaje, por ejemplo, Simbad cuenta a su oyente, un pobre maletero que también se llama Simbad, algo que podría llamar la atención de Shahryār: “Me había propuesto, como ya sabes, a mi regreso de mi primer viaje, pasar el resto de mis días tranquilamente en Bagdad, pero muy pronto me cansé de una vida tan vacía y deseé una vez más encontrarme en el mar.”

Este sentimiento se repite al comienzo de cada uno de sus siete viajes, y esta búsqueda por innovación establece una relación temática entre la narración enmarcada y las aventuras de Simbad. Obviamente, Scheherazade necesita que su personaje, Simbad, sea inquieto para poder seguir contando sus historias. ¡No quiere quedarse sin material y que la maten! Pero al mismo tiempo, probablemente no quiera que su esposo se identifique completamente con las deambulaciones de Simbad.

Al fin y al cabo, también podría matarla y emprender otro ‘voyage’ matrimonial. Scheherazade resuelve estos problemas al final de la séptima aventura de Simbad, cuando hace que el aventurero insaciable finalmente acceda a asentarse para siempre con sus amigos y familia. En sus últimas líneas, le pregunta al maletero "Bien, amigo mío, ¿y qué piensas ahora? ¿Alguna vez has oído de alguien que haya sufrido más, o apenas se haya escapado más que yo? ¿No sería justo que ahora me toque disfrutar una vida de paz y tranquilidad?" Con la narración enmarcada en mente, podríamos asociar esas preguntas perfectamente a Scheherazade. Al fin y al cabo, ella ha escapado por poco la muerte cada noche de su vida de casada y ahora merece, al fin, disfrutar una vida de paz y tranquilidad.

Lo que acabo de leer de Mil y una noches y The Princess Bride estaba generado por las mismas tres preguntas: ¿Por qué se cuenta la historia? ¿Cómo llama la atención de su público implícito? ¿Y cómo se relacionan los temas de la historia principal con los temas de la narración enmarcada?

Si tienes presentes esas preguntas, tendrás una buena idea de cómo empezar a leer cualquier otra narración enmarcada que encuentres en tus aventuras literarias. Y ¿quién sabe? Quizá hasta tengas una mejor idea de cómo leer las publicaciones de Facebook de tu tío.

Ver la serie entera: Una guía a los términos literarios