¿Qué es el discurso indirecto libre? (Subtítulos en español e inglés)

Por Raymond Malewitz, Profesor de Inglés en la Universidad Estatal de Oregón

Traducido por Raisa Cañete Blazquez

Ver el mundo como lo ve otra persona puede ser sorprendente, confuso, y maravilloso. También puede mostrarnos las limitaciones de nuestra propia visión del mundo, las cuales pueden diferir de maneras considerables de cómo es el mundo en realidad. Esta es una de las razones por las que leemos ficción: las historias nos ofrecen la oportunidad no solo de viajar a diferentes mundos y épocas sino también de vivir en visiones del mundo distintas. La manera más sencilla de expresar la visión del mundo de un personaje es directamente, a través de la perspectiva de primera persona.

Se trata de un punto de vista común en el que el personaje de la historia también es el narrador. Los narradores de primera persona los describimos en “¿Qué es un narrador?” y “¿Qué es un narrador poco fiable?” y ambos vídeos te dan una buena idea de las diferencias entre cómo esos narradores ven el mundo y cómo suele ser el mundo.

Si aún no has visto esos vídeos, querrás echarles un vistazo antes de meternos en la sesión de hoy sobre el discurso indirecto libre. Una segunda forma de presentar la visión del mundo de un personaje es indirectamente desde la perspectiva de tercera persona. Con este punto de vista, el narrador puede elegir describir los pensamientos de un personaje dado desde una perspectiva exterior.

En el siguiente pasaje del cuento corto de Flannery O’Connor “Un hombre bueno es difícil de encontrar”, captamos un sentido indirecto de la visión del mundo de la abuela mientras se prepara para un desafortunado viaje familiar en coche a Florida:

A la mañana siguiente, la abuela fue la primera en meterse en el coche; lista para salir. Tenía su gran valija negra […]en un rincón, y debajo escondía una cesta con Pitty Sing, el gato, adentro. No pretendía que el gato se quedara solo en la casa tres días porque la extrañaría demasiado y le preocupaba que fuera a pasar rozando por uno de los fogones y asfixiarse accidentalmente.

De este pasaje, puedes captar un sentido de lo que le preocupa a la abuela (su gato) y de cómo se valora a sí misma (su gato la ama). Pero realmente no ves su visión del mundo de la misma forma que ves la visión de un narrador de primera persona; en cambio, tienes la visión descrita para ti por un intermediario: el narrador en tercera persona.

Hoy te voy a hablar sobre un punto de vista fascinante que mezcla las perspectivas de primera y tercera persona: el discurso indirecto libre. En este punto de vista, el narrador de tercera persona deja de describir la visión del mundo de un personaje dado—diciéndonos lo que piensa—y en su lugar presenta una visión del mundo como si fuera la del narrador. A mi modo de ver, el discurso indirecto libre describe momentos en narración de tercera persona cuando el narrador se contagia de la perspectiva de uno de sus personajes. Veamos un ejemplo.

En la novela de John Steinbeck “El poni rojo,” el tercer capítulo empieza con la siguiente descripción:

A mediados de una tarde de primavera, el pequeño Jody caminaba marcialmente por la carretera bordeada de matorrales en dirección a su rancho. Golpeando su rodilla contra la fiambrera en la que llevaba su almuerzo a la escuela, imitaba el ruido de un bombo, a la vez que chasqueaba la lengua contra sus dientes para añadir los ruidos del redoble y trompetas ocasionales. Hacía ya un rato que los demás miembros de la pandilla que con tanto desparpajo salían de la escuela habían girado hacia los diversos desfiladeros y tomado las carreteras tortuosas para llegar a sus propios ranchos. En ese instante Jody marchaba aparentemente solo, levantando las rodillas muy alto y golpeando fuertemente el suelo con los pies; pero tras él había un ejército fantasmal con grandes banderas y espadas, silencioso pero letal.

Este pasaje empieza de la forma tradicional en tercera persona, en la que un narrador describe desde fuera las acciones del personaje—Jody. Pero la última línea del pasaje hace algo diferente. En lugar de describirnos lo que Jody se imagina—que está marchando delante de un “ejército fantasmal”—el narrador presenta el ejército como si de verdad estuviera ahí—“silencioso, pero letal.”

En otras palabras, en este momento, no vemos el mundo de un narrador de tercera persona; vemos la visión del mundo divinamente infantil de Jody.

El discurso indirecto libre ha sido una característica importante de las narrativas occidentales durante más de cien años, pero reconocerla no ha sido siempre fácil. Mira este ejemplo: el comienzo del cuento corto de Joyce Carol Oates “¿Adónde vas, dónde has estado?”, que nos presenta a una chica adolescente llamada Connie. A ver si puedes identificar los momentos donde la perspectiva de tercera persona se contagia con su visión del mundo y se convierte en discurso indirecto libre:

Se llamaba Connie. Tenía quince años y la costumbre rápida, risueña y nerviosa de estirar el cuello para mirarse en un espejo al pasar, de investigar las caras de los demás para asegurarse de que la suya estaba bien. Su madre, que se daba cuenta de todo y lo sabía todo y que no tenía muchas razones para seguir mirando su propia cara, siempre la regañaba por eso. “Deja de pavear. ¿Quién te crees que eres? ¿Te crees tan bonita?” le decía. Connie arqueaba las cejas frente a esa queja conocida y la miraba como si fuera invisible la mirada perdida en una visión oscura de sí misma tal cual era en ese momento: sabía que era bonita y no había más que hablar. Su madre lo había sido también en algún momento, si podías creer esas fotos viejas del álbum, pero ahora su atractivo se había ido y por eso siempre se ensañaba con Connie.

Esta es, por así decirlo, una perspectiva narrativa muy extraña. El narrador de tercera persona parece pensar que Connie “se da cuenta de todo” y “lo sabe todo”—¡pero eso es imposible, claro! El narrador también cuenta con una extraña familiaridad con el álbum de fotos de la familia y parece estar absolutamente obsesionado con la belleza. Esos detalles extraños son señales de que Oates escribió este pasaje en discurso indirecto libre. El narrador no está describiendo la visión del mundo de Connie desde afuera; está adoptando la visión del mundo de Connie.

Si fuera un punto de vista convencional de tercera persona, veríamos algún tipo de división entre el narrador y Connie, algo parecido a esto: “Connie pensaba que era bonita y creía que eso era lo más importante que podía ser.” En cambio, con el discurso indirecto libre, vemos el mundo como Connie lo ve, incluso desde la perspectiva de tercera persona: “sabía que era bonita y no había más que hablar.”

Y ¿por qué querríamos identificar este punto de vista tan peculiar al leer? Una razón es simplemente para saber lo que el autor está haciendo para provocar ciertas respuestas en los lectores. Al leer las historias de Jody y de Connie, en seguida nos sentimos atraídos a esos personajes y sentimos lo que sienten en parte porque por un momento vemos el mundo como ellos lo ven.

Otra razón por la que me gusta identificar el discurso indirecto libre en las historias es que este modo narrativo, como la narración en primera persona, a menudo es irónico, y nos presenta momentos en los que el mundo y la visión del mundo de un personaje dado se contradicen. Estos momentos son lugares con muchas oportunidades para analizar en tus ensayos literarios.

Te voy a dejar con un ejemplo de la novela de Toni Morrison Beloved que espero que explores por tu cuenta. La gran mayoría de Beloved está escrita desde un punto de vista de tercera persona que con frecuencia pasa al discurso indirecto libre para expresar la visión del mundo de la protagonista de la novela, Sethe, mientras batalla con las secuelas de la esclavitud. Sin embargo, en el capítulo 16 de la novela, todo cambia, y pasamos a un discurso indirecto libre de un tipo diferente—la visión del mundo de un dueño de esclavos despiadado al que la novela llama “maestro de escuela.”

Al adoptar su visión del mundo, ver cómo esa visión deshumaniza a la persona con la que más conectamos en la historia, y tener el evento central de la novela descrito por la perspectiva de esta persona monstruosa, produce una reacción irónica compleja en los lectores que va al corazón de esta novela sumamente importante.

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