¿Qué es la metonimia? (Subtítulos en español e inglés. Para ver los subtítulos en español, haz clic en "Settings")
Por Peter Betjemann, Profesor de Inglés en la Universidad Estatal de Oregón
Traducido por Raisa Cañete Blazquez
Para entender la metonimia, es importante que veas el video del profesor Tim Jensen sobre la metáfora primero. La metáfora y la metonimia son dos tipos de lenguaje figurado, en el que el hablante o escritor quiere que entendamos una cosa al asociarla con otra cosa. Pero esas asociaciones no funcionan igual en la metáfora y en la metonimia, así como en una tercera variación, la sinécdoque, para la que también puedes encontrar un video de Oregon State.
La metáfora es la más fácil de entender y la más común, así que si no has visto el vídeo de la metáfora, hazlo ahora.
Cuando hayas visto el vídeo, seguro que estarás de acuerdo conmigo en que la explicación de Jensen es la bomba. [sonido de explosión] Y a esto lo deberías reconocer como una metáfora – no quiero decir que su vídeo literalmente vaya a explotar, lo que quiero decir es que las cualidades asociadas con una bomba (es dramática, es poderosa, llamativa) representa la forma provocadora en la que Jensen enseña ese concepto. En una metáfora, las cosas que se comparan tienen cualidades en común, como una bomba y el estilo de enseñanza del profesor Jensen.
En la metonimia, sin embargo, las cosas que se comparan no se asemejan en cuanto a sus cualidades. En cambio, se reemplaza la cosa que se quiere caracterizar por algo con lo que lo asociamos, pero no porque sea física o emocionalmente parecida.
Aquí va un ejemplo: digamos que tenemos muchas ganas del día en que Hollywood descubra al profesor Jensen para hacer publirreportajes. Obviamente, el barrio físico de Hollywood, Los Ángeles, no es el que descubre a nadie. Cuando digo Hollywood, lo que quiero decir en realidad es gente de las industrias de cine y televisión. Seguro que entiendes que realmente estoy hablando de personas, aunque haya dicho el nombre de un lugar, porque estás muy familiarizado con esta metonimia tan común, la que reemplaza productores de cine por Hollywood.
Aquí va otro ejemplo: después de ver el vídeo de la metáfora, podemos decir que le deberíamos “dar una mano” al profesor Jensen. ¿Lo digo literalmente, que deberíamos amputarnos por la muñeca y darle nuestra mano cortada?
No.
Automáticamente, sin pensarlo hacemos una sustitución metonímica, ya que en esta expresión “mano” significa “aplauso” en inglés. Como los productores y Hollywood, manos y aplauso están asociadas la una con la otra, pero no se asemejan. Esta es la diferencia entre las metonimias y las metáforas.
Hay docenas de ejemplos clásicos en nuestro lenguaje de cada día. La Casa Blanca ha emitido un comunicado hoy: la Casa Blanca no puede hablar, y el edificio no se parece a la administración del presidente, pero la simboliza por asociación.
Otros clásicos: Victoria fue la corona de Inglaterra. El danés es mi lengua materna. No dejes que (el hombre) te desanime. En esos ejemplos, corona, lengua, y hombre son todos metonimias.
En la literatura, cuando veas una metonimia, afina tus oídos. (Aquí, oídos es una metonimia para atención.) Cuando un escritor usa la metonimia, algo interesante e interpretativo suele estar pasando.
Emily Dickinson describe el sentimiento de embriaguez con las hermosas cualidades de un día de verano:
Embriagada de aire – estoy,
disoluta en el rocío –
tambaleante, – por interminables días de verano,
saliendo de posadas de azul fundido.
La palabra “posadas” aquí es una metonimia. Se supone que debemos entender “posadas de azul fundido” no como hoteles azules sino como los hermosos días azules en los que vive durante el verano. El juego de palabras alegre de Dickinson se relaciona con que se siente creativa, incontrolada, y libre en su gozo por la belleza del mundo.
La metonimia que reemplaza “días” por “posadas” representa el placer de la poetisa en la conexión, la imaginación, y la creatividad.